La Biblia de Gutenberg

Por Iñaki Sunza



Antes de Gutenberg



Hasta 1449 y años anteriores, los libros eran difundidos a través de las copias manuscritas de monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles.

A pesar de lo que se cree, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna o de sexo. Según la costumbre de la época, la letra inicial de cada capítulo era decorada y adornada artísticamente, y las ilustraciones eran producto decorativo y artístico del propio copista, que decoraba cada ejemplar según su gusto o visión. La copia de una sola página frecuentemente tomaba más de un día. Cada uno de sus trabajos podía requerir hasta diez años.

La copia manuscrita era, pues, un procedimiento muy lento, y el precio exorbitante. Sólo las personas adineradas podían adquirir los manuscritos bíblicos. Es de notar que la mayoría de esos escritos no estaban en lengua corriente, sino en latín o en griego. La Santa Escritura sólo era accesible a algunos privilegiados.

Hay que destacar la obra cumplida por estos copistas y escribas quienes, durante más de un milenio, transcribieron fielmente los textos sagrados. Trabajaban hasta que la muerte llegaba a arrancarles la pluma de la mano; entonces otros continuaban su tarea.


A MEDIADOS DEL SIGLO XV, Johannes Gutenberg, alemán reconocido en el mundo occidental como "el inventor de la imprenta", adoptó una vieja fábrica de telas como edificio para su taller. En este entorno apostó a que era capaz de hacer una copia de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas y que éstas no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas por ellos.

Pidió dinero a un prestamista y comenzó su reto sin ser consciente de lo que su invento iba a representar para el futuro de toda la humanidad.

En vez de usar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso, confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros "tipos móviles". Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras para que coincidiesen todas entre sí: en total, más de 150 "tipos", que imitaban la escritura de un manuscrito. Había que unir una a una las letras que se sujetaban en un ingenioso soporte, mucho más rápido que el grabado en madera y considerablemente más resistente al uso.

Como plancha de impresión, amoldó una vieja prensa de vino a la que sujetó el soporte con los "tipos móviles" con un hueco para las letras capitales y los dibujos. Éstos, posteriormente, serían añadidos mediante el viejo sistema xilográfico y terminados de decorar de forma manual (por eso cada ejemplar era único).

En enero de 1452, después de dos años de trabajos preparatorios, Gutenberg pudo lanzar su producción. Se necesitaban 12 horas para componer una página, mientras que la tirada de 10 copias tomaba una hora.

Gutenberg se convirtió así en el primer impresor de la Biblia. En otoño de 1454, la Biblia latina llamada «de 42 líneas» o «Biblia de Gutenberg» salió al fin de la prensa. Compuesta de dos tomos in-folio y totalizando 1,286 páginas, fueron tirados 185 ejemplares, 35 Biblias en vitela (cada una necesitó 170 pieles) y 150 en papel. Fue el primer libro impreso en el mundo. De éstos subsisten 49 volúmenes más o menos completos, de los cuales hay un magnífico ejemplar de papel en la fundación Bodmer, en Cologny (Ginebra, Suiza).

La versión utilizada fue la «Vulgata» (nombre dado en el año 405 de nuestra era, por Jerónimo, su traductor), que serviría de referencia a numerosas traducciones de la Biblia en idiomas europeos.

Desde entonces la imprenta se expandió rápidamente en Europa. A partir de 1550, el precio de una Biblia llegó a ser más pagable. De ahí en adelante las Sagradas Escrituras pudieron ser accesibles a todos los que desearan adquirirla. 

La Biblia de Gutenberg se conoce como el primer libro impreso (Maguncia, Alemania, año 1450). Aunque no es el primer libro impreso mediante el sistema de tipos móviles (fue el Misal de Constanza, en 1449), fue su mayor trabajo, y tiene el status de icono como el comienzo de la "Edad de la Imprenta".

De los centenares de ediciones de la Biblia, la más notable es la publicada por Gutenberg por su belleza y antigüedad. La Biblia de Gutenberg no fue simplemente el primer libro impreso, sino que, además, fue el más perfecto. Su imagen no difiere en absoluto de un manuscrito. El detalle y el cuidado con que fue hecho lo hacen una auténtica obra maestra.

Artículo publicado en la revista A&C Arte y Comunicación Gráfica 

Edición Diciembre 2009-Enero 2010



La Fe. Segunda parte

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En la tesis que encabeza el presente capítulo decíamos que en la fe cristiana se trata de la iluminación de la razón, iluminación por la cual los hombres son libertados para vivir en la verdad de Jesucristo. Para la comprensión del conocimiento cristiano de la fe es esencial entender que la verdad de Jesucristo es verdad de vida y su conocimiento es conocimiento de vida. Esto no quiere decir que volvemos a caer en la idea de que aquí no se trata, en realidad, del conocer. La fe es conocimiento, pues se refiere al Logos de Dios y es por consiguiente una cosa lógica. Además, la verdad de Jesucristo es también una verdad de hechos, en su más simple sentido. Dicha verdad tiene como punto de partida la resurrección de Jesucristo y es un hecho sucedido dentro del espacio y del tiempo, como nos lo describe el Nuevo Testamento. Los Apóstoles no se conformaron con hacer constar un hecho interior, sino que hablaron de lo que habían visto y oído y tocado con sus propias manos. Por otra parte, la verdad de Jesucristo es, asimismo, cuestión de un pensar claro, ordenado en sí, y justamente por su sujeción, un pensar humano libre. Pero... no hay que separar las cosas: se trata de la verdad de la vida, de verdad vital. No basta el concepto del saber, de la ciencia, para describir lo que es el conocimiento cristiano, sino que hemos de volver a lo que en el Antiguo Testamento se llama sabiduría, —lo que el griego denominaba sophia y el romano sapientia—, para poder concebir el saber de la teología en su plenitud. Sapientia se diferencia del concepto, más estrecho, de ciencia. Sabiduría no se diferencia del saber por contenerlo también en sí, pero el concepto de sabiduría habla, además, de un saber práctico que comprende toda la existencia del hombre. Sabiduría es el saber, del cual nosotros podemos vivir prácticamente; es_ empina y es teoría; poderosa, en tanto es, al mismo tiempo, práctica, en tanto consiste en el mismo saber que domina nuestra vida y que es, realmente, una luz en nuestro sendero. No es una luz que observar o admirar, ni tampoco una luz con qué encender toda clase de fuegos artificiales (ni aún tratándose de las más profundas especulaciones filosóficas), sino que es la luz en nuestro camino, la que ilumina nuestras acciones v palabras, la luz de nuestros días sanos y enfermos, la luz en nuestra pobreza y en nuestra riqueza, la luz que no brilla solamente en los momentos en que pensamos entenderlo todo mejor, sino que nos acompaña también en nuestra locura y que no se extingue cuando todo se apaga, cuando en la muerte se hace visible el fin de nuestra vida. A esa luz y al vivir de esa verdad se denomina conocimiento cristiano.

Conocimiento cristiano significa vivir en la verdad de Jesucristo. Según el apóstol Pablo (Hech. 17), nosotros "vivimos, somos, nos movemos" en la luz de esa verdad para poder salir de ella, estar en ella, e ir hacia ella, como dice en Romanos 11. Por consiguiente el conocimiento cristiano es, en el fondo, la misma cosa que lo que llamábamos confianza del hombre en la Palabra de Dios. No hay que dejarse llevar por la tentación de buscar separaciones y diferencias en esta cuestión. No existe ninguna confianza verdadera, ni ninguna confianza realmente duradera y victoriosa en la palabra de Dios que no esté fundada en la verdad divina. Por otra parte, no existe ningún conocimiento, ninguna teología, ninguna confesión e incluso ninguna verdad bíblica que no tenga en seguida el carácter de esa verdad de vida. Siempre habrá que medir, examinar y conservar lo uno con lo otro. Justamente, al poder vivir como cristianos en la verdad de Jesucristo, y de esta manera en la luz del conocimiento de Dios, y por consiguiente con una razón iluminada, podremos estar seguros del sentido de nuestra propia existencia y del motivo y fin de todo cuanto sucede. Con esto se indica nuevamente esa ampliación enorme del horizonte: Conocer el objeto de la fe en su verdad, quiere decir, realmente, conocer todas las cosas, incluso el hombre, el cosmos y el mundo. La verdad de Jesucristo no es una de tantas verdades, sino la verdad universal, creadora de toda verdad, y esto de modo tan cierto como que es la verdad de Dios, o sea, la prima veritas, que es también la última veritas. Y es que en Jesucristo ha creado Dios todas las cosas, incluyéndonos a nosotros mismos. Nosotros no existimos sin El, sino en El, lo sepamos o no; y el cosmos entero no existe sin El, sino en El, llevado y sustentado por El, es decir por su palabra omnipotente: conocerle a El, significa conocerlo todo. El ser tocado y tomado por el espíritu dentro de ese campo, significa ser conducido a toda la verdad. El que crea y conozca a Dios, ya no podrá decir: ¿Qué sentido tiene mi vida?; sino que mientras cree, ya está vivienda el sentida de su vida, el sentido de ser criatura, el sentido de su individualidad dentro de los límites de su condición de criatura y de su individualidad; y en lo imperfecto de su existencia, en el pecado, en el cual él está y del cual él es diariamente y a cada hora culpable; pero también está viviendo con el apoyo que diariamente y a cada hora se le concede, en tanto Dios intercede en su favor, a pesar de todo y sin contar con ningún mérito. El hombre reconoce la misión que le ha sido concedida en conjunto; la esperanza que ha recibido por gracia con esa misión, gracia de la cual puede vivir; la grandeza de la gloria que le ha sido prometida y que ahora ya, aunque secretamente y a pesar de su pequeñez, le rodea. Todo el que cree reconoce este sentido de su existencia.

El Credo cristiano habla de Dios como del fundamento y fin de todo cuanto es. El fundamento y fin del cosmo entero se llama Jesucristo. Está permitido y es incluso obligado decir lo inaudito: Donde haya fe cristiana habrá también, en tanto existe la confianza en Dios, la más íntima familiaridad con el fundamento y fin de todo cuanto sucede y asimismo de todas las cosas; y el hombre vive, a pesar de todo cuanto parezca contrario, en la paz que sobrepuja a todo entendimiento, si esa paz es la luz que ilumina nuestra razón.

Bosquejo de Dogmática. Karl Barth

La Fe. Primera parte

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CREER ES CONOCER

La fe cristiana es la iluminación de la razón, iluminación por la cual los hombres son libertados para vivir en la verdad de Jesucristo y con ello para estar también seguros del sentido de su propia existencia y del motivo y fin de todo cuanto sucede.

Acaso llame la atención el relieve que toma aquí el concepto de la razón. Lo empleo intencionadamente. No fue ningún profeta, sino Mefistófeles, quien proclamó: "¡Desprecia la razón y la ciencia del hombre la mayor potencia!". Ni la cristiandad, ni los teólogos sabían bien lo que se hacían tantas veces como, movidos por cualquier entusiasmo o concepción teológica, se pasaron al campo de los enemigos de la razón.

La Palabra campea sobre la Iglesia Cristiana, como la suma de la revelación y la obra de Dios, que constituye su fundamento. "El Verbo se hizo carne". El logos se hizo hombre. La predicación de la Iglesia es palabra, lenguaje, discurso; pero no de una manera casual, caprichosa, caótica e incomprensible, sino lenguaje y discurso que elevan la pretensión de ser verdaderos y de oponerse con la verdad a la mentira. ¡No nos dejemos arrebatar la claridad de esta posición en que estamos! Tocante a la palabra que la Iglesia tiene que anunciar, no se trata de la verdad en sentido provisional o secundario, sino en el sentido primario de la palabra misma; se trata del logos, el cual se muestra y revela a la razón humana, al nus humano, como logos, esto es, como sentido, como verdad recognoscible. En la palabra de la predicación cristiana se trata de la ratio, la razón, en la cual también puede reflejarse y volverse a encontrar la ratio humana. La predicación de la Iglesia, así como la teología, no son ninguna charla, ningún balbuceo y ninguna propaganda, nada, en fin, que haya de tener que contestar a la pregunta: ¿Pero es, realmente, verdad lo que oímos, es así verdaderamente? Todos hemos padecido lo nuestro con una cierta clase de sermones y pláticas edificantes que mostraban, ciertamente, que puede hablarse enfáticamente y con mucha retórica, pero que no hubieran resistido la sencilla pregunta acerca de la verdad de lo dicho.

El Credo en que se formula la fe cristiana se funda en el conocimiento, y allí donde se pronuncia, y confiesa es para crear nuevamente conocimiento. Porque la fe cristiana no es irracional, ni antirracional, ni supra racional, sino racional. La, Iglesia, que pronuncia el credo y que se presenta con la enorme pretensión de predicar y anunciar la Buena Nueva, tiene su origen en que ha oído algo y que por consiguiente quiere que se vuelva a oír lo que ella oyó. Malos tiempos fueron siempre en la Iglesia Cristiana aquellos en los que la historia de la dogmática y la teología separaron la gnosis y la pistis (el conocimiento y la fe). Porque la pistis, bien entendida, es gnosis, y el acto bien entendido de la fe es también un acto del conocimiento. Creer es conocer.

Una vez dicho esto, es preciso aclararlo. Tocante a la fe cristiana, se trata de una iluminación de la razón.

La fe cristiana tiene un objeto, al cual se refiere, y ese objeto es Dios, el Padre, Hijo y Espíritu Santo, de los cuales habla el Credo. Pero corresponde ciertamente al carácter de ese objeto, es decir, a la naturaleza del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que no puede reconocérsele por medio del conocimiento humano, sino que es perceptible y se advierte, únicamente, gracias a la libertad, la decisión y la acción mismas de Dios. Lo que el hombre alcanza a conocer por sus propias fuerzas y en la medida de su capacidad natural, su razón y su sentimiento será todo lo más una especie de ser superior, un ser absoluto, el contenido de una fuerza puramente libre, de un ser que está por encima de todas las cosas. Ese ser absoluto y sublime, eso último y más profundo, esa cosa en sí, no tiene nada que ver con Dios, sino que corresponde a las intuiciones y posibilidades limitadas del pensar y construir humanos. El hombre puede pensarse ese ser; pero con ello no se ha pensado todavía a Dios. Sólo cuando Dios se da a conocer en virtud de su propia libertad, puede ser pensado y conocido. Luego hablaremos de Dios, su esencia y naturaleza, pero ahora habría que decir ya lo siguiente: Dios es siempre Aquél que en su, propia revelación se ha dado a conocer a los hombres, pero no es Aquél que el hombre se figura y califica de Dios. En la cuestión del conocimiento se diferencian claramente el Dios verdadero y los dioses falsos. El conocimiento de Dios no es cuestión de una posibilidad discutible, sino que Dios es el compendio de toda realidad y, por cierto, de la realidad que se nos revela por sí misma. El conocimiento de Dios se realiza cuando sucede prácticamente que Dios habla: cuando él se muestra a los hombres de manera que éstos no puedan desoírle o dejar de verle; cuando el hombre se halla en una situación en la cual no se entiende va a sí mismo, una situación no provocada por él y en la cual se halla ante el hecho de que vive con Dios y Dios con él porque así le ha agradado a Dios mismo. El conocimiento de Dios se realiza cuando tiene lugar la revelación divina, la iluminación del hombre por Dios, la superación del conocimiento humano y la enseñanza del hombre por medio de ese incomparable maestro.

Antes partimos de que la fe cristiana es cuestión de un encuentro. La fe cristiana y el conocimiento de la misma se realizan cuando la razón divina, el Logos divino, implanta su ley en el espacio de la razón humana, y a esta ley ha de someterse la razón humana propia de la criatura. Al suceder esto, llega el hombre al conocimiento; porque en tanto Dios implanta su ley en su pensar, en su ver y oír, sucede la revelación de la verdad del mismo hombre y de su razón, se llega a la revelación del hombre, como el que no puede lograr lo que Dios por sí mismo ha logrado.

¿Puede ser conocido Dios? Sí; Dios puede ser conocido, ya que es prácticamente cierto y verdadero que El se da a conocer por sí mismo. Cuando tal sucede, el hombre es libertado, tiene el poder y es capaz (para sí mismo se es él un misterio) de conocer a Dios. El conocimiento de Dios es un conocimiento causado y determinado puramente por su objeto. Y precisamente por eso es verdadero conocimiento, pues en su significado más profundo es un conocimiento libre. Por otra parte, naturalmente, tal conocimiento sigue siendo relativo y limitado por la barrera de lo creado. Justamente, del conocimiento ha de decirse que poseemos un tesoro celestial en vasos de barro. Allí donde se realiza ese verdadero conocimiento de Dios, imperará también la claridad de que no hay motivo para ningún orgullo; pues el hombre continúa siendo incapaz y la razón humana prosigue dentro de sus límites. Pero dentro de ellos, de lo limitado, le ha placido a Dios revelarse. Y en tanto el hombre continúa siendo necio, se convertirá en sabio; en tanto es pequeño, será grande; en tanto el hombre no basta, Dios es suficiente. "Bástate mi gracia porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona." (2Cor. 12:9). Esto también puede aplicarse a la cuestión del conocimiento.

Bosquejo de Dogmática. Karl Barth



Cristianismo en crisis

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Si quieres saber algo acerca de algunas falsas docrinas que circulan en el ámbito cristiano, este libro te ayudará a entender más acerca del tema.

Aquí algunos ejemplos:
"Satanás conquistó a Jesús en la cruz"
Kenneth Copeland



"Usted no está mirando a Morris Cerullo —usted está mirando a
Dios. Usted está mirando a Jesús".
Morris Cerullo


"Nunca, nunca, nunca vaya al Señor a decirle: 'Si es tu
voluntad...' No permita que estas palabras destructoras de la fe
salgan de su boca".
Benny Hinn


"Dios tiene que recibir permiso para trabajar en este dominio
terrenal en favor del hombre ... ¡Sí, usted es quien tiene el
control'., así que si el hombre tiene el control, ¿quién no lo tiene ya? '. Dios!
Frederick K. C. Price


"El hombre fue creado en términos de igualdad a Dios, y puede
levantarse ante la presencia de Dios sin sentido alguno de
inferioridad".
Kenneth E. Hagin
 

El Escándalo de la Cruz

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SERMÓN PREDICADO LA NOCHE DE UN DOMINGO DEL AÑO 1856, POR CHARLES HADDON SPURGEON, EN LA CAPILLA NEW PARK STREET, SOUTHWARK, LONDRES, Y TAMBIÉN LEÍDO EL DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 1898.

“Pero yo, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué soy perseguido aún? En tal caso, el escándalo de la cruz ha sido abolido.”

Gálatas 5:11 (La Biblia de las Américas).

La religión de Jesús es la religión más pacífica, benigna y benevolente que haya sido promulgada jamás. Cuando la comparamos con cualquier conjunto de dogmas inventados por los hombres, no hay uno solo de ellos que pueda resistir la menor comparación con esa religión, en términos de nobleza, benevolencia y amor.

En cuanto a la religión de Mahoma, es la religión del buitre; pero la religión de Jesús es la religión de la paloma: todo es misericordia, todo es benignidad; es, como su Fundador, una encarnación de benevolencia pura, gracia y verdad.

Y sin embargo—resulta extraño decirlo—aunque el Evangelio sea benigno, y aunque sus profesantes hayan demostrado ser siempre inofensivos, cuando han actuado rectamente—no resistiendo el mal, sino sometiéndose a él, independientemente de cuál sea su forma—no ha habido nada que haya causado más trastorno en el mundo que la religión cristiana.

No es una espada, y sin embargo ha traído guerra al mundo; no es un incendio, y, sin embargo, ha consumido muchas antiguas instituciones, y ha quemado mucho de lo que los hombres consideraron que duraría por siempre; es el Evangelio de paz, y, sin embargo, ha separado a los amigos más íntimos, y ha generado las disensiones y las confusiones más horrendas por todas partes. Aunque en sí mismo es todo benignidad,parecería como si el estandarte de la paloma fuese el estandarte de la batalla, y como si alzar la pacífica cruz hubiese sido la señal dada para la guerra, como la cruz ígnea de rojo sangre, que antiguamente ondeaba a lo largo de Escocia, para convocar a los clanes a la batalla.

Es sorprendente, y, sin embargo, es sorprendentemente cierto, que la cruz de Cristo ha sido siempre una ofensa, y que ha provocado las más fieras batallas y las contiendas más encarnizadas que los hombres hayan
sostenido con sus semejantes.



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El Escándalo de la Cruz

Artículos

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El escándalo de la Cruz. Charles H. Spurgeon


La Fe. Primera parte. Karl Barth


La Fe. Segunda parte. Karl Barth


La Biblia de Gutenberg. Iñaki Sunza


¿Esta en crisis la pareja actual?. Valeria Villa

¿Y el discernimiento?. Chuy Olivares



 

Libros

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Cristianismo en crisis

¿Que nos espera cómo hijos de Dios?

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Contrariamente a lo que muchos creen, el cristiano verdadero lo único que espera es la redención de nuestro ser en la resurrección de los santos. Es esa fe y esa esperanza por la cuál “en esta vida tendremos aflicciones”.

A ver a ver, ¿el cristiano no es feliz?, ¿el cristiano necesariamente tiene que ser pobre?, ¿no tiene paz?, ¿no tiene aceptación social?

Muchas personas creen que el cristianismo es la solución a todos sus problemas, se enrolan en iglesias cristianas para satisfacer su “motivación espiritual” y alcanzar, de esta manera, sus objetivos mezquinos y egoístas.

Todos tratan de encontrar su vida en el cristianismo, contrariamente a lo que el Señor dijo: “el que quiera ganar su vida la perderá, más el que la pierda por causa de mi nombre la ganará”

La mayoría de las personas que hoy en día aceptan a Jesús como su salvador, lo hacen porque creen que ya no pueden con sus problemas y necesitan a alguien más poderoso que ellos para se los solucione. El problema no es lo anterior, el problema, es que nadie les enseña que Jesús no vino a resolver problemas el vino a salvarnos y a darnos vida eterna.

Pedro después de predicar el evangelio no puso una gran pescadería y se hizo millonario.

Pablo no creó la mayor empresa de casas de campaña de su país.

Mateo no prosperó en las finanzas públicas del imperio romano.

Todos ellos perdieron lo que querían, pero ganaron la vida eterna.

Bajo la moral cristiana (entiéndase los diez mandamientos) nosotros podemos evitar muchos de los grandes problemas de la actualidad (ejemplo: madres solteras, violaciones sexuales, robo, violencia, etc.) sin embargo la moral cristiana (LEY) no salva a nadie.

Sin embargo, apegándose a estas “instrucciones divinas” usted puede vivir mejor.

Luego entonces, concluyo respondiendo la pregunta que da tema a este artículo: ¿qué nos espera como hijos de Dios? Respuesta: ¡la salvación, la vida eterna y nada más¡


Hugo Garrido  hugar09@live.com.mx

Evolución del pensamiento bíblico

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1. Introducción
Una revista de divulgación científica de la UNAM, expresaba el comentario que Albert Einstein emitía a un amigo, que decía lo siguiente:

“...Y el pueblo judío, al que me alegro de pertenecer y con cuya mentalidad tengo una profunda afinidad, no tiene ninguna cualidad diferente, para mí, a las de los demás pueblos. Según mi experiencia, no son mejores que otros grupos humanos, si bien están protegidos de los peores cánceres porque no poseen ningún poder. Aparte de eso, no puedo ver que tengan nada de escogidos...”

Es –desde mi punto de vista- una verdadera pena que la mente más brillante del siglo XX no haya podido vislumbrar primero; el plan de Dios para la humanidad; segundo, el plan de Dios para con el pueblo al que él mismo se alegra en pertenecer y tercero, al plan que Dios cumplió en el, aún sin darse cuenta.

Contradiciendo a esta eminencia intelectual, difiero en gran manera a su postura, ya que la misma historia expone con claridad la cercanía de Dios con el pueblo Hebreo, en la cuál, Albert, es sujeto del cumplimiento manifiesto de pactos diversos narrados en pasajes bíblicos. Y en segunda estancia, (mas documentada, pero menos aceptada) el acercamiento de Dios con todo aquel que acepta el sacrificio pascual de Jesucristo.

Es motivo de este ensayo analizar el plan de Dios en el sentido evolutivo que la historia y la Biblia exponen conjuntamente, tratando de indagar la ruta o rutas que el pensamiento bíblico ha recorrido. De la misma manera puntualizar los cambios ocurridos en él, debido a las diferentes filosofías que el hombre ha desarrollado, a través del tiempo, trayendo consigo, diversas variantes, interpretaciones y hasta herejías que subsisten hasta estos días.


2.0 Marco Histórico
2.1 La Prehistoria
Según la narrativa del libro del Génesis, desde el mismo momento que Dios crea al Hombre, éste tiene una relación directa y personal con el dador de la vida, esta relación esta marcada por la imposición de estatutos, bastaban dos de estos, para poder mantener esa comunión privilegiada, no sólo con Adán y Eva, sino también con toda su descendencia, es decir, la comunión de la cual ellos gozaban, era , en un principio, el plan de Dios para el resto de la humanidad de todos los tiempos; viéndolo desde otro ángulo, nunca se había planeado un pueblo escogido, no era la estrategia de Dios hacer acepción de personas, mas bien, el plan era que toda la historia del planeta tierra fuera una relación eterna entre Dios y sus habitantes. El diseño primario nunca incluyó el escoger a unos o a otros, todos seríamos uno en Él. Sin embargo todos conocemos la Historia, los padres pecaron, y sus hijos pecaron, y los hijos de los hijos, también pecaron.

Ahora nos situamos en nuestra recta cronológica en los tiempos de Noé. La maldad había aumentado, tiempo atrás los ángeles, vieron a las mujeres de los hombres y las codiciaron.....eso, fue el principio del mayor de todos los engaños, esos ángeles enseñaron a los hombres la hechicería, la magia, las propiedades de las plantas, todas las “mancias”, todos los desórdenes sexuales conocidos hasta la fecha, etc.

Y Dios le dijo a Noé que estaba arrepentido de haber creado al hombre, determinó destruirlo y así lo hizo, sin embargo por amor a Noé, Dios le concedió salvar a toda su familia. Pero había también dentro de ellos su oveja negra, y los mismos actos que ejercían los pecadores que acababan de morir, Cam los aprendió muy bien y los puso en práctica con su propio padre. Noé lo maldijo y ahí comienza una nueva historia de separación entre Dios y el hombre....

Hugo Garrido  hugar09@live.com.mx

Puedes descargar el Estudio completo:
Pensamiento Bíblico.doc

La Idolatría

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“LA LEY EN CONTRA DE LA IDOLATRÍA”


Dt 4:15-40; 12: 29-32

•Se les prohibió a los hebreos la fabricación de esculturas e imágenes de humanos, de animales o de aves con el fin de adoración y culto.

•Se les prohibió el culto al sol, la luna y a cualquier otro astro, pues esa clase de cultos el SEÑOR les concedió a todas las demás naciones de la tierra, pero no a ellos. (v. 19)

•El siguiente comentario parece ser el más correcto y coherente del v.19: Esto no implica que el SEÑOR había creado a los astros con el fin de adoración y culto, ya que nada de lo creado tuvo nunca ese fin de perdición. Ya que toda la creación siempre ha dado testimonio del Dios verdadero siendo ese su verdadero fin (Ro 1:18-32). Por lo tanto, al decir “les concedió” se debe entender que el SEÑOR les dio a decidir (el libre albedrio de cada persona) entre la adoración del Dios verdadero y el culto de los astros, ellos tomando la decisión de adorar la creación antes que al Creador.

•Ellos no se inclinarían ni adorarían otro dios, porque su SEÑOR los había tomado y sacado de la tierra de Egipto para ser su propiedad.

•Cuando alguno fuere realmente sorprendido haciendo tal abominación por el dicho de dos o más testigos, el hombre o la mujer culpables serían llevados fuera del campamento y morirían apedreados.

•Moisés les animó a nunca olvidar el pacto de su Dios, siendo la adoración al único Dios verdadero una de las más importante máximas de dicho pacto. Recordándoles que su Dios era fuego consumidor, un Dios celoso.

•Si ellos o sus futuras generaciones fornicaran inclinándose ante otros dioses falsos, ellos serían esparcidos por todas las naciones, quedando pocos en número.

•Mas siempre que ellos se arrepintieran de sus malas acciones, ÉL los oiría y se compadecería de ellos.

• Tema relacionado “Los diez mandamientos”.


Victor Pérez Melo   meloelias1@hotmail.com


Puedes descargar este estudio:
LA IDOLATRÍA.doc

El Ayuno

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Significado.
Abstención de tomar alimento; periodo de tiempo en el cual se da la abstinencia.


1. Ayuno causado por la imposibilidad de conseguir el alimento
• Recordemos lo que pasó Moisés en el Monte Sinaí por 40 días ( Exodo 34: 28, Deuteronomio 9:9)

• También el ayuno de Elías durante su viaje a Horeb (1 Reyes 19:8)

• Un ejemplo mayor del señor Jesús en la tentación en el desierto. (Mateo 4:2, Marcos 1:13 y Lucas 4:2)

• También ciertos ayunos de Pablo (2 Corintios 6:5)


2. Ayuno voluntario por motivos religiosos
En este sentido se emplea el término con frecuencia para describir los periodos prescritos de abstención de alimentos.

No se evidencia ninguna orden de ayunar en la ley Mosaica. No aparece este verbo, ni los términos ayuno o abstinencia en el Pentateuco, en todo caso, si se buscan alusiones al ayuno, se tiene que deducir de expresiones como: “afligiréis vuestras almas” Levítico 16:29, 23:27; Números 29:7.

La primera mención del ayuno se haya en la época de los jueces (Jueces 20:26)

En un tiempo de gran aflicción nacional. Los últimos libros del antiguo testamento presentan numerosos ejemplos de ayunos no preescritos (Esdras 8:21; Nehemias 9:1; Esther 4:3; Salmos 35:13, 69:11, 109:24; Daniel 6:18, 9:3).

En ocasiones se proclamaban ayunos en tiempos de calamidades (Jeremías 36:9; Joel 1:14) el objeto de esta abstinencia era de afligir el alma (Salmo 35:13; 69:11) y de dar más fuerza a la oración (Isaías 58: 3y4).

El ayuno público significaba que el pueblo, consciente de un gran peso de culpa se humillaba ante Dios ( 1Samuel 7:6)

El verdadero ayuno no se limita a una mera práctica exterior: Implica el abandono del mal y de los placeres prohibidos. (Isaías 38)

En la época de Zacarías se proclamaron ayunos en los meses 4°, 5°, 7° y 10° (Zacarías 8:19). Esto era para conmemorar:

• Su caída en el mes 4° ( 2° de Reyes 25:3 y 4; Jeremías 52:6 y 7).

• La destrucción del templo en el mes 5° ( 2Reyes 25:8 y 9).

• El asesinato de Gedalias y de sus compañeros judíos en el 7° mes (2 Reyes 25:25).

• El inicio del asedio de Jerusalén en el 10° mes (2 Reyes 25:1).

La profetiza Ana servía a Dios con oraciones y ayunos (Lucas 2:3).

Los fariseos ayunaban 2 veces a la semana (Lucas 18:12), cuando las personas religiosas y formalistas ayunaban, fingían ostensiblemente su tristeza.

El Sermón del Monte, ataca duramente esta hipocresía (Mateo 6:16-18), los discípulos de Juan el Bautista ayunaban, los del Señor Jesús no lo hicieron durante su presencia en la tierra (Mateo 9:14 y 15;; Marcos 2:18-20; Lucas 5:33-35), sin embargo sí lo hicieron después de su partida, bajo ciertas circunstancias (Hechos 13:2 y 3)

El ayuno no es una imposición formal sobre el cristiano, pero es muy recomendable su práctica en un espíritu de oración y de súplica. Es de temer que, por cuanto muchos han abusado del ayuno en el pasado haciéndolo una práctica obligatoria y externamente formal, los creyentes han descuidado la unión del ayuno con la oración.

El espíritu del ayuno se haya en la propia negación, y surge de la profunda consciencia de necesidad y urgencia.

El ayuno y la oración son para avivar todas nuestras facultades espirituales.

• Pablo ayuno 3 días sin comer ni beber agua y Dios lo bautizó en Espíritu Santo y le devolvió la vista. (Hechos 9)
• Cristo ayuno 40 días y 40 Noches y comenzó su ministerio.

• Pablo ayuno 14 días (Hechos 27:33).


Hugo Garrido hugar09@live.com.mx



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EL AYUNO.doc

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Estudios

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LA FE


LA FIESTA DEL SUKOT


EL AYUNO


LA IDOLATRÍA


EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO
BÍBLICO


¿QUE NOS ESPERA COMO HIJOS DE DIOS?


¿MANIFESTACIONES DEL ESPÍRITU? Parte 1 


LA SALVACION ES MATERIAL E INCLUYE AL COSMOS 


¿POR QUE EXISTEN TANTAS VERSIONES CASTELLANAS DE LA BIBLIA?


EL PECADO. Parte 1

Fotos Fiesta del Sukot

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El pasado 2 de Octubre por la Noche comenzamos la celebración de la Fiesta del Sukot. Estas son las fotos de las reuniones del 2 y 9 de Ocubre de 2009.


















La fe

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Introducción
Casi todos los días, en casi todas las predicaciones, oímos hablar de la fe. “que te falta fe”dicen unos, “por fe” dicen otros, etc. Nosotros como cristianos es muy difícil hablar sin mencionar esta palabra.

Sin embargo muchas de éstas ocasiones limitamos su significado y confundimos la aplicación genuina. Estamos tan familiarizados con este término que nos olvidamos de analizar con una profundidad mediática y bíblica lo que las Sagradas Escrituras nos quieren decir.

La fe es la base del cristianismo, el fundamento de nuestra salvación y nuestra esperanza de vida y de muerte. Precisamente en ello radica la importancia de entender -en la medida que Dios nos permita- en primer lugar: ¿qué es la fe?, ¿de dónde viene?, ¿cómo viene?, ¿Cuándo viene?, ¿para qué sirve?, etc.

El siguiente ensayo es un intento de explicar los principales planteamientos que surgen en torno a este tema, teniendo como principal propósito edificar a los lectores, y a fundamentar su vida entera en el misterio revelado llamado “Fe”.

Capítulo 1
¿Qué es la fe?
Como muchos cristianos, desde muy temprana edad yo hablaba de la Fe, recuerdo varias ocasiones en las que no quería estudiar puesto que mis exámenes tenía que pasarlos por Fe si realmente quería ser un buen cristiano, otra ocasión mi hermano mayor estuvo a punto de dejar su trabajo por que tenía la inquietud de vivir por Fe. Tantos casos que pudiera citar referente a la concepción que hasta hace algunos años atrás entendía por Fe.

En las iglesias se escucha a los hermanos orar fervientemente por un auto, una casa, un viaje, o cualquier cosa vana, después, en un ímpetu de lucha contra el sentido común, decidían dejar de razonar para esperar el cumplimiento de su petición (capricho), que la mayoría de las ocasiones nunca tenía un final feliz; entonces venía lo bueno: culpaban a Dios, a la Iglesia, a Satanás y hasta a ellos mismos.

Si esto no es la Fe entonces: ¿qué es la Fe?...

Hugo Garrido   hugar09@live.com.mx




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Agenda

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MUJERES ESTUDIANDO
Reunión de mujeres.
Todos los martes 4:00 P.M.
Cda. Alhelí Mz. 2 Lt. 1 Col. Mexica, Xochimilco, D.F.
Contacto: Gabriela Chávez
Cel.: 04455 2134 9222
renovando.elentendimiento@hotmail.com


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Fiesta del Sukot

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La Fiesta del Sukot ó Sukkot, conocida también como Fiesta de los Tabernáculos, de las Tiendas, de la Recolección, de las Enramadas, de las Cosechas, se menciona como una de las tres principales fiestas anuales a celebrar en el año. Las otras dos eran la Fiesta del Pesaj o Pacua y la Fiesta del Shavout o Primicias. (Ex 23: 14-17).

Recibe el nombre de la palabra hebrea סֻכָּה sukká (Strong 5521); que quiere decir: choza o guarida, también significa cabaña, cortina, enramada, escondedero, morada, abrigo, tabernáculo, tienda.

En el griego la palabra que se utiliza para traducir es σκηνή skené que se refiere al mismo significado que la palabra sukká.

Por primera vez se hace mención de esta fiesta en el libro de Éxodo. Se debía llevar a cabo por 7 días al final de los cuales (al octavo día) se hacía asamblea sagrada.


Realización
Esta fiesta se realizaba al término de la cosecha, era una fiesta alegre, que incluía no solamente a la familia sino también a los trabajadores o esclavos, a los levitas, a los extranjeros residentes en Israel, a los huérfanos y a las viudas.

La Fiesta del Sukot se llevaba a cabo a los 15 días del séptimo mes (es decir el mes de Tishrei, aprox. Septiembre-Octubre)...

Jorge Monroy    renovando.elentendimiento@hotmailcom

También puedes bajar el estudio completo:
Descarga LA FIESTA DEL SUKOT.doc

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